Si alguna vez has visitado la ciudad de Orizaba, Veracruz, en el día de los muertos, seguramente habrás escuchado la leyenda de la niña del ángel.
Hace un poco más de un siglo, en el año de 1908, vivía en este pueblo, una niña de aproximadamente 2 años y 3 meses de edad y un día mientras sus padres españoles estaban de viaje por la capital, ella jugando con velas, éstas agarraron el vestido que llevaba puesto y se quemó junto con él, terminando así con su corta vida.
Los padres cuando se enteraron de lo acontecido, regresaron inmediatamente a Veracruz, la enterraron en el cementerio municipal de la ciudad llamado Juan de la Luz Enríquez ya que debido a las penurias de la época, no podían trasladar el cadáver al Distrito Federal; allí le hicieron en su tumba una escultura de mármol.
Este cementerio también es conocido como el panteón de Orizaba ya que en él no solo se encuentra la tumba de la niña de ángel sino que además tienen 34 tumbas más que son consideradas patrimonios de la ciudad.
La tumba que le hicieron los padres de la niña Ana María Dolores Segura y Couto, como se llamaba, tiene un ángel con alas extendidas que la custodia mientras ella yace acostada en su cama con su vestido lleno de flores.
Dicha bella escultura fue diseñada por el italiano Reinaldo Cuagnelli y hasta los mismos representantes de cultura del Museo de Arte del Estado de Veracruz, han querido llevársela, sin embargo, la propia administración del gobierno de Orizaba la considera junto a otros monumentos tales como la piedra del gigante, patrimonio de este municipio y del cementerio, por lo que no permiten que esto se haga.
En este panteón están enterrados además de la niña del ángel, personajes de importancia histórica para México, como son Valentín González Suárez, Rafael Delgado, el General Ignacio de la Llave, Leonor Sánchez López entre otros. Cabe destacar que esta leyenda tiene un poco de controversia ya que algunos vernáculos aseguran que la niña no murió quemada sino de meningitis.
Referencias:
Leyendas cortas, La niña del ángel / Fotografía de portada tomada de Panteón de Orizaba.
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