Cuántas veces te has preguntado cuál es el significado de Motzorongo y no encuentras una respuesta, recuerdo hace muchos años que me pregunté lo mismo y las personas decían que Motzorongo significaba “Nido de víboras”, argumentado quizás que en el pueblo la gente se etiqueta de pendenciera y entrometida, algo que resultaba hilarante.
Tal hipótesis es aclarada por el Lic. Orestes Valle Juárez, cronista del lugar, en su libro Barrio El Hormiguero: al reclamo de su nombre y la historia de la capilla que publicó en 2002 donde dice que Motzorongo es un nombre compuesto por los vocablos en náhuatl: «Motzoli», «Motzolitic» o «Motzolohua», que es la piel recogida, arrugada, estrecha, junta, huella de una lesion; pero también se usa, en sentido figurado para definirse al ano, «on» es un infijo que aumenta al sustantivo, «co» indica lugar, «en el»; y quiere decir «Lugar en el ano grande» o «Lugar donde se junta» (la cañada). Tal afirmación resulta incuestionable al observar la orografía del valle, pues a la lejanía los cerros efectivamente tienen el aspecto de una nalga gigantesca, por lo cual esta definición se acepta sin premura como algo válido.
Pero una investigación publicada en el año 2015 por el Doctor Luis Fernando Lara, quien es un lingüista, investigador y académico mexicano que colabora en el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México desde 1970, apunta que la procedencia del término «Motzorongo» y otros lugares de México tienen origen posiblemente… en el continente africano.
Breve historia de los africanos en La Nueva España.
Desde comienzos del siglo XV, los españoles habían tenido contacto con pobladores de África, cuando tribus saharianas comerciaban esclavos con diversos reyes del sur, en particular con el imperio de Mali y los wolofs, la mayor parte de los esclavos traídos a América en la primera mitad del siglo XVI procedían de la margen izquierda del río Senegal y eran de nación wolof; más al sur, a lo largo del río Gambia, eran mande y, del interior norteño de esa región, en el valle de Gambia, mandinka o mandinga. Los esclavistas portugueses habilitaron puertos de concentración en el Atlántico en las islas de Cabo Verde y Santo Tomé, antes deshabitadas; desde allí los traían a Veracruz, y poco más tarde hasta Campeche.
Hacia 1570, había en la Nueva España más de 20 mil esclavos africanos, que casi cuadruplicaban la población española, y se sumaban a cerca de cuatro millones de indios. En el puerto de Veracruz en 1570 había 200 españoles y 600 esclavos; incluso en ciudades novohispanas tan importantes como Puebla había tantos españoles como sometidos.
Durante la época de la colonia, comenzaron a predominar en América los esclavos procedentes del Congo hablantes del kikongo, una lengua bantú y de la actual Angola, hablantes de kimbundu, también de la familia bantú, en la región del río Kwanza, que desemboca en Luanda, en la costa del Atlántico. Aproximadamente 84% de los esclavos que llegaron a Veracruz en ese siglo eran angoleños.
Durante el siglo XVII la nao de China trajo a la Nueva España, vía Acapulco, esclavos de África oriental: de Mozambique, Zanzíbar y Somalia, junto con algunos indios y filipinos, generalmente llamados chinos.
Las condiciones y la falta de integración de los esclavos trajo como consecuencia dos principales revueltas cimarronas originadas en la cuenca azucarera de Veracruz que terminaron negociándose y produjeron un relativo triunfo de los sublevados: ser liberados, respetados como grupo y reducidos a pueblo, quizás el caso más famoso es el de Gaspar Yanga, un esclavo de Gabón que logró liberarse del yugo español y fundó alrededor de 1609 el primer pueblo libre de América, San Lorenzo de los Negros, hoy Yanga, a tan solo 30 kilómetros de Motzorongo.
El papel de los africanos y sus aportaciones al español mexicano.
Para identificar la influencia de lenguas africanas, al menos del mandinga, wolof, kikongo y kimbundu, supuestamente maternas de la mayoría de los esclavos que llegaron a América, hacen falta registros gramaticales y léxicos de esas lenguas, del siglo XVI en adelante.
El puerto de Veracruz era esencialmente de negros y mulatos, así como lo eran algunos nodos de las redes del comercio interior como Tlalixcoyan, Tlacotalpan, Alvarado y la cuenca de su río. El camino de Córdoba a Veracruz estaba tachonado de aldeas de gente morena dedicada a la agricultura y a la pequeña ganadería, algunos incluso, descendientes de cimarrones que habían dejado de ser perseguidos (En América, se llamó «cimarrón» a los esclavos rebeldes, algunos de ellos fugitivos). El litoral de las pesquerías era fundamentalmente mulato y esta población se expandía por la baja cuenca del Papaloapan, Los Tuxtlas y los ríos de más al sur.
La palabra Motzorongo ya existía desde el siglo XVIII en México.
Antonio García de León, en su artículo “En casa de la chingada”, afirma que antropónimos y topónimos africanos en la Nueva España son la huella indeleble de una historia que se manifiesta con más claridad en el centro-sur de Veracruz, se subraya lo notable que resulta poder registrar tantos nombres de lugares con origen africano o característicos de poblaciones de esclavos africanos en un cuadrante tan reducido de Veracruz. La lista que ofrece de nombres de lugar que atestiguan la fuerte presencia de los africanos en la Nueva España se basa en una descripción de 1777, los topónimos registrados son: Angola, Arroyo Mondongo, Paso del Bongo, Breve Cocina, Cabo Verde, Camarón, La Cananga, La Cazimba, El Cimarrón, Cimarrontepec, Cochindi, La Conduza, La Conga, Cerro del Congo, Curazao, Cuyucuenda, Chimbamba, La Chipuja, El Chomo, Guarumbo, La Guinea, Huarengo, Jimaguas, La Jimba, Juan Mulato, Loma de Lele, Mabinga, Macondo, Macuchi, Mandinga, Manzinga, María Lizamba, Mata Hualusango, Llano de la Matamba, Mazoco, Mocambo, Motilga, Motuto, Mozambique, Mozomboa, Mozongo, Motzorongo, El Ñape, Loma de las Negras, El Negrito, Los Negritos, Ozuluama, Palenque, Pampo, Paso de la Mulata, Paso Mulato, Rincón de Negros, Tembembe, Tongolo, Tosongo y Yanga.
Es decir, por más increíble que resulte el vocablo de origen africano «Motzorongo» ya existía en México desde casi un siglo antes de la fundación del pueblo y era totalmente ajeno a alguno que pudiera originarse del dialecto náhuatl, zapoteco o mazateco.
El legado de topónimos afroveracruzanos.
Identificar el vocabulario no toponímico de origen africano presenta mucha dificultad que parece imposible definir épocas de entrada de estos africanismos al español de México, salvo en el caso de los más recientes, procedentes de Cuba y Brasil. Se distinguen aquellos africanismos que pueden haberse difundido en la Nueva España entre los siglos XVI y finales del XVIII de los que han entrado al español mexicano como cubanismos y brasileñismos. Pueden ser africanismos de adopción antigua al español de México: bemba, bongo, cachimba, coba, congo, cuscús, chamba, chingar, chomo, dengue, guarapo, jolofe, lele, macuchi, mandinga, marimba, mocambo, mondongo, mochila, mucama, quilombo y tango. Habrán entrado más tarde: banana, bantú, birimbau, bongó, carabalí, conga, cumbia, lambada, samba y tanga.
En el artículo de Antonio García de León “En casa de la chingada” se encuentra una lista de toponimias afroveracruzanas y otros nombres de lugares, solo por citar algunos:
Arroyo Mondongo:
En el poblado Los Naranjos, antigua hacienda del mismo nombre, del municipio de Tres Valles. Mondongo es el nombre popular de las vísceras de res y, a través del portugués, proviene del kikongo.
Breve Cocina:
De Oueré Kasina, una localidad de Costa de Marfil, de donde provenían los esclavos de nación amansi. Fue un famoso hato y asentamiento cimarrón de la hacienda de La Estanzuela, del mayorazgo de Rivadeneira, en el municipio de Tierra Blanca.
Cabo Verde:
Localidad del municipio de Veracruz, en donde se sembraron las primeras palmas de coco importadas por Hernán Cortés junto con algunos esclavos de las islas de Cabo Verde.
Camarón:
Sitio de la famosa batalla contra los franceses en abril de 1863. Originalmente El Camerún (1855) en el municipio de Adalberto Tejeda, o Camarón de Tejeda.
La Cananga:
Localidad del municipio de Tlalixcoyan. Cananga es el nombre, de origen kikongo, de la flor aromática también conocida en Veracruz con el nombre filipino de «Ilang-ilang».
La Conduza:
Localidad de Tierra Blanca. Posiblemente proviene de Gunduza, una pequeña ciudad del sur de Zambia.
El Chomo:
Localidad en la laguna de María Lizamba, municipio de Tierra Blanca. El término xomo significa «calabazo» en kimbundu.
Jimaguas:
Pequeña localidad en Tuxtepec, Oaxaca, en los límites con Veracruz. En la santería afrocubana de origen yoruba, los jimaguas son ibeyis o deidades duales, hijos de Oyá y Changó.
Macondo:
Localidad del municipio de Villa Azueta, en kikongo, mankondo significa «bananas». Hay otro Macondo en el municipio de Tierra Blanca.
Mandinga:
Se refiere a los esclavos de «nación mandinga» o malinké, originarios de Senegal, Gambia y Malí. De allí procede el nombre de varias localidades en Veracruz y norte de Oaxaca: Mandinga Chica, laguna en el municipio de Alvarado conectada desde el sur con la laguna de Mandinga Grande (municipios de Alvarado y Boca del Río), Mandinga de Agua (en Boca del Río); también Arroyo Mandinga, del municipio de Acatlán de Pérez Figueroa, que desemboca en el río de Amapa.
Mata Hualusango:
Una mata arbolada de los llanos de Joachín, municipio de Tierra Blanca. El término «wa-lu-sangu» es común en el Congo. Proviene de la raíz sang que significa «grano».
Llano de la Matamba:
Ranchería del municipio de Jamapa (hoy La Matamba o «Higuera de las Raíces»). Proviene de Matamba, una localidad del Congo, famosa en el siglo XVII por la rebelión de la reina Njinga-Nzinga.
Mocambo:
Término afroportugués de origen kimbundu (mokambu). Significa «choza», «parte superior de la casa» y por extensión «caserío», «coto de esclavos huidos» o «pueblo de negros».
Motilga:
Antiguo sitio en tierras de la hacienda de La Estanzuela, hoy municipio de Tierra Blanca. Motinga es el nombre de un clan en la actual Namibia.
Mozambique:
Localidad de la cuenca del Jamapa, municipio de Medellín. Eran llamados mozambiques los esclavos de ese país, introducidos fuera de registro por Acapulco. Musambiki era una isla del actual Mozambique, que los portugueses bautizaron como Moçambique.
Mozongo:
Antiguo hato del mayorazgo de Guerrero. San Agustín de Guerrero, municipio de Isla. Quizás se refiera a los esclavos bantúes llamados mossanga, mochanga o anzico (nzinga) del río Lindi (Congo), que los hubo en ese mayorazgo. Mosongo es una localidad del Congo: «lugar del cobre» (songo «cobre» en kikongo).
Tosongo:
Localidad del municipio de Coscomatepec. Aunque algunos lo hacen provenir del náhuatl «Tezonco» (lugar de piedra tezontle), este sitio era un refugio cimarrón muy beligerante en el XVI. Tosongo es hoy una localidad de la República Democrática del Congo, y el término significa «joven luchador» en kikongo.
Yanga:
Fundado a principios del siglo XVII como San Lorenzo de los Negros o San Lorenzo de Cerralvo. San Lorenzo se llama Yanga desde 1939, en honor al caudillo de la rebelión de principios del siglo XVII: el Rey Yanga o, más propiamente, Ñanga, que significa «cazador» o «acechador» en kimbundu (del verbo ku-ñanga, cazar o acechar).
Las raíces africanas de Motzorongo.
El vocablo africanizado de Motzorongo proviene de «Mwesi Longo» o «Mwesi Luango» que era el nombre de una etnia bantú, del río Congo, hoy llamados Bashi-Longos o Mussorongos, que pudo estar en el origen de este nombre.
El término bantú se refiere a cualquier individuo perteneciente a los más de 400 grupos étnicos de pueblos melanoafricanos, que hablan lenguas bantúes, y que viven al sur de una línea que va desde Duala en el país de Camerún hasta la desembocadura del Yuba, en Somalia.
En Brasil, moçorongo significa «mestizo del interior», en oposición al muxuango de la costa. Entraron como longos y fueron vendidos como esclavos en la Nueva España por la Real Compañía de Inglaterra entre 1713 y 1739. Como curiosidad, en la danza de la negrada de bayeta, en el pueblo de Xico, cercano a Xalapa, el personaje principal, que encarna a Hernán Cortés, vestido de rojo y con un bastón, es «el Rey Luango» una referencia al país del Congo del siglo XVII, que recuerda los «reyes congos» y las «reinas zingas» del Maracatú brasileño. El término se relaciona con lwango que significa «líquido» en lengua kikongo.
Es posible que, al paso del tiempo y con mejores datos tanto de las lenguas africanas que parecen haber sido las más extendidas entre los esclavos que vinieron a América, así como del español en México y el resto de hispanoamérica, se puedan descubrir más africanismos en nuestra lengua.
Pero la presunción de que el origen del nombre del pueblo se encuentre en otro continente y adoleciera de ascendencia mexicana no resultaría desatinada después de conocer la extensa lista de poblaciones con raíces similares y cuyo registro coincide con la llegada a la Nueva España de esclavos de la tribu bantú. No se pretende cambiar la toponimia del lugar pero sí conocer otra hipótesis que no raya de absurda, sino por el contrario podría abrirnos el panorama a otra definición válida del nombre de nuestro pueblo.
¿Acaso será posible que un grupo reducido de sublevados mussorongos habitaran el valle de Tezonapa mucho antes de que el General Carlos Pacheco erigiera su famosa hacienda?
Mientras tanto no descartemos que quizás en nuestra zona geográfica y color de piel se encuentren auténticos vestigios que nos asocien con el origen del significado de la palabra Motzorongo.
Referencias:
Germán de Granda, “Posibles vías directas de introducción de africanismos en el «habla de negro» literaria castellana”, Lingüística e historia. Temas afrohispánicos, Universidad, Valladolid, 1988, pp. 32 y 38. / Sevillian society in the sixteenth century: Slaves and freedmen, HAHR, 47 (1967), 344-359. / Fernando Ortiz, Glosario de afronegrismos, pról. J.M. Dihigo, La Haba- na, 1924. / Tierra adentro, mar en fuera. El puerto de Veracruz y su litoral a Sotavento, 1519-1821, F.C.E., México, 2011, p. 539, n. 5. / En La población negra de México, estudio etnohistórico, 2a ed., corr. y aum., F.C.E., México, 1972. / Según testimonio del cronista López de Velasco, citado por Aguirre Beltrán en La población negra…, p. 208. / Antonio García de León, “En casa de la chingada. Toponimias afroveracruzanas y otros nombres de lugar”, 2008. / Lara, Luis Fernando. Nueva revista de filología hispánica, Tomo LXIII Julio-Diciembre 2015 No. 2, pp. 297-336. / Valle Juárez Orestes. “La historia de un barrio de Motzorongo, Tezonapa, Veracruz – Barrio el Hormiguero al rescate de su nombre y la historia de su capilla”, PACMyC, 2002. / Luis Fernando Lara / Bantú / La Introducción de esclavos de África / Esclavos, la trata humana a través del atlántico / Gaspar Yanga’s Rebellion / Fotografía de portada tomada de freepik.es.
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